Cabanas se encuentra en la orilla derecha del último tramo del río Eume hasta la abertura de la ría de Ares. La zona de ribera comparte con Pontedeume el fértil valle del Eume y su amplio estuario. Su principal distintivo paisajístico es la gran playa de Cabanas, rodeada de grandes espacios recreativos y numerosas viviendas residenciales veraniegas.

En verano, su población aumenta notablemente al ser un lugar de gran atractivo turístico.

La principal actividad de la población es agrícola y ganadera, siendo también importante la producción maderera, el comercio y la industria hotelera.

Su clima, propio de las Mariñas, es suave y húmedo, permitiendo una agricultura rica y la abundancia de frutales.

Su principal interés turístico es el magnífico arenal de A Madalena o Playa de Cabanas como se la conoce popularmente. De aguas tranquilas y blanca arena, goza de un arbolado y bien cuidado entorno con todo tipo de servicios turísticos. Fuentes, barbacoas, mesas y asientos rústicos invitan a disfrutar del agua, del sol y de la naturaleza, especialmente durante los meses estivales. También ofrece cerca de la playa, en el barrio llamado el Areal o en la próxima villa de Pontedeume, abundantes plazas de alojamiento hotelero y restauración de calidad.

En el Arenal un sencillo cruceiro señala el lugar hasta donde llegaba el puente sobre el Eume, mandado construir en 1380 por Fernán Pérez de Andrade y que fue con sus 79 arcos el más largo de España hasta la época moderna. En el Arenal se celebra una típica feria popular todos los días 21 de cada mes.

El monumento más llamativo es el gran caserón del Pazo de Cabanas, frente a la iglesia parroquial. Este pazo, conocido como Casa Grande de Rioboo, fue edificado en el siglo XVI por el arzobispo de Santiago, Francisco de Seixas y Losada, natural de Cabanas. La villa de Pontedeume conserva un primitivo núcleo con construcciones interesantes, antiguos palacios y capillas. Junto a la Casa Consistorial moderna se alza la torre de los Ulloa, del siglo XVII, con un escudo de la villa y de los Andrade.

En la calle Real, asoportalada, se conserva el palacio del arzobispo de Santiago Bartolomé Raxoi y Losada, natural de Pontedeume.

El puente que da nombre a la villa y al municipio fue el viaducto más importante de Galicia y el más largo de España hasta la época moderna. Mandado construir por Fernán Pérez de Andrade en 1380, salvaba el estuario del Eume con una longitud de ochocientos metros. Tenía 79 arcos con sus tajamares y los correspondientes asientos en los salientes superiores. Entre los arcos segundo y tercero estaban el oso y el jabalí de piedra, emblema de los Andrade, que fueron llevados a la Casa Consistorial, cuando se desplomó parte del puente. No hace muchos años volvieron a colocarse en los jardines de entrada.

Entre los arcos 20 y 21 había una capillita y un hospital con doce camas atendido por un ermitaño. En el siglo XVI sólo tenía cuatro camas y en 1841 se deshizo para enlosar con sus piedras la plaza de San Roque. El puente sufrió reformas y transformaciones hasta dejarlo en el estado en que lo vemos ahora, con quince arcos de medio punto. El crucero que se encuentra a la orilla de la carretera en Cabanas marcaba el final de la obra primitiva.