O Grove es uno de los enclaves con más potencial turístico de las Rías Baixas. Una apuesta diferente a Sanxenxo y a Cambados, que todavía conserva gran parte de su esencia original: ser un pueblo de pescadores. Hay mucho que ver en O Grove, no solamente en el centro del pueblo, sino usando este como punto central para desplazamientos en los alrededores.

Aunque O Grove es conocido especialmente por el marisco y la popular fiesta del marisco, O Grove guarda también sorpresas para quienes nunca lo hayan visitado. Más allá de todos los alrededores, merece la pena dar un paseo por un pueblo que vive del mar y del turismo.

En el paseo marítimo encontrarás el monumento a la familia mariscadora. También, y menos conocido, en el interior del pueblo hay una escultura y un balcón dedicados a Floreano, un emblemático personaje creado por José Ángel Rodríguez López “Gogue “, natural de O Grove y que cada día ameniza, en forma de viñetas, el Faro de Vigo

La actual península de O Grove fue una isla hasta el siglo XVI en que se cerró el istmo arenoso da A Lanzada.

Esta península está unida a tierra firme tan solo por un istmo de 2 km de longitud compuesto por arena depositada por la sedimentación del Río Umia. El istmo tiene una anchura que varía desde los 500 m hasta 1 km. Este arenal, conocido como O Vao forma una de las mejores playas del sur de Galicia, la Playa de A Lanzada. La altura media del istmo es de unos 8 metros.

Disputada entre dos concellos, Sanxenxo y O Grove, tenemos que decir que el 99 % del arenal es parte de O Grove ya que a Sanxenxo tan solo pertenecen unos escasos 40 metros de playa.

A Lanzada es una de las playas más grandes de Galicia, a su arena blanca y fina debemos sumar sus aguas cristalinas y su localización lejos de grandes centros urbanos que dan a la playa un aire paradisíaco.

Está rodeada por una amplia zona de dunas que la separa de la carretera que bordea la costa. Un agradable paseo de madera discurre en torno a la playa en prácticamente toda su extensa longitud. Apacible en verano, se transforma en grandiosa en invierno, sobre todo cuando soplan vientos fuertes del sudoeste, que dan lugar a espectaculares imágenes para el visitante.

La playa de la Lanzada cuenta con una vieja tradición. Las mujeres con problemas para tener descendencia han de acudir a recibir nueve olas la noche de San Juan, para de ese modo asegurarse la fertilidad. Este rito, probablemente, esté relacionado con otros que aseguran que en esta playa se celebraron akelarres en otros tiempos. Las variantes sobre el rito son diversas, pues esta leyenda mezclada con tradición es conocida en muchos lugares, desde los cuales hasta hoy en día siguen viniendo mujeres con ansias de maternidad.

Illa de A Toxa

Un puente de comienzos de siglo sirve de unión a la villa de O Grove con la isla de A Toxa, viejo centro termal cuyas aguas alcalinas medicinales y baños de lodo son explotados desde 1840, para el tratamiento de afecciones respiratorias, reumáticas y de la piel. Durante siglos fue utilizada por los vecinos de El Grove como lugar de pastoreo de su ganado (al que transportaban en barcas) y también para sus tareas agrícolas. Pero a raíz del redescubrimiento en el siglo XIX de sus fangos termales pasó a ser de propiedad privada para explotar sus bienes termales, construyéndose el antiguo balneario que trajo consigo un aumento espectacular del turismo.

Esto dio origen al actual centro hotelero de lujo. A él se unieron un casino, el campo de golf, y un palacio de congresos.