Capital de la provincia que lleva el mismo nombre, también es conocida como «la ciudad de cristal» por las galerías situadas cerca de María Pita, su plaza principal. Otro de sus sobrenombres es «la ciudad en la que nadie es forastero» que evidencia el carácter abierto de sus gentes.

El centro de la ciudad se extiende sobre una península unida a tierra firme por un estrecho istmo, por lo que presenta dos fachadas marítimas muy distintas: la portuaria y otra de mar abierto, sobre la que se extienden las principales playas urbanas.

La ciudad cuenta con numerosos monumentos de gran interés turístico.

De entre todos, destaca la Torre de Hércules, el símbolo por excelencia de A Coruña y el faro en funcionamiento más antiguo del mundo. El origen de la torre es desconocido y sobre su construcción existen muchas leyendas, aunque si sabemos que fue reedificada por los romanos en el siglo II. Coge aire, sube sus 234 escalones y llegarás al mirador desde donde contemplarás las vistas más espectaculares de la Coruña. Y una de las experiencias más inolvidables, es la contemplación de un atardecer desde el mirador de la Torre.

El sol va desapareciendo en el Finisterrae atlántico, con un paisaje de sueño, delante del único faro romano del mundo aún en funcionamiento.

En junio de 2009 fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.

El Castillo de San Antón, fue construido en el que por entonces era un islote en medio de la bahía coruñesa, en el que se encontraba una pequeña ermita dedicada a San Antón. Su propósito fue defender la ciudad de los ataques desde el mar. Actualmente es la sede del Museo Arqueológico e Histórico de esta ciudad.

Otros atractivos turísticos que se pueden observar en esta ciudad son: el Obelisco Millenium, un monumento con forma de obelisco situado en el Paseo Marítimo de A Coruña. Se levantó para conmemorar el inicio del siglo XXI. Mide 46 metro de altura y en los 13 primeros metros aparecen, tallados en los cristales, los principales acontecimientos y personajes de la ciudad.

Las Galerías, son las que dieron lugar a la denominación de A Coruña como la «ciudad de cristal». Se trata de balcones cerrados con carpintería de madera pintada en blanco y con una gran superficie de vidrio que funciona como miraderos y que son características de las viviendas de la avenida de la Marina de A Coruña. Datan del siglo XIX y su propósito era el de permitir que entrase la luz del sol en el interior de las viviendas evitando la lluvia.

Y por último el Paseo Marítimo donde encontramos una zona para peatones y una zona para ciclistas, es decir, un carril-bici, una franja de paso para el tranvía, etc. Se trata del paseo marítimo más largo de Europa con más de 13 kilómetros que recorre desde el Castillo de San Antón hasta el Portiño, envolviendo toda la ciudad.

Una visita a MEGA, el Museo Mundo Estrella Galicia, con una exposición de 2500 metros cuadrados sobre el mundo de la cerveza. Un recorrido por más de 110 años de tradición cervecera familiar donde descubrir, aprender y divertirse con la historia de la cerveza, los estilos cerveceros que hay en el mundo y los procesos de elaboración utilizados por Hijos de Rivera SAU. Compra tu entrada y aprende a catar con los maestros de Cultura de Cerveza en los Talleres Cerveceros; probar y brindar con todas las cervezas en la zona degustación y… ¡diviértete de lo lindo con esta experiencia única!

Sentirse el capitán Nemo en su submarino Nautilus es una de las experiencias que puedes disfrutar en la visita al Aquarium Finisterrae. El primer acuario interactivo de España, situado en un entorno privilegiado, entre el mar y la torre de Hércules, es una de las joyas de la ciudad, desciende al Nautilus y revive el sueño de Julio Verne en 20.000 leguas de viaje submarino. También puedes dar de comer a las focas y aprender muchas cosas curiosas como dónde viven las cigalas.

Otro de los muchos alicientes con los que cuenta La Coruña son sus espacios verdes públicos por los que poder dar un agradable paseo o hacer deporte, como los Jardines de Méndez Núñez, de los más antiguos de la ciudad.

Otra alternativa es el Parque del Monte de San Pedro, un parque inaugurado en el ocaso del siglo XX. ¿La gran atracción? un elevador esférico que permite subir prácticamente desde el mar hasta la cima y desde el que obtendrás unas vistas de la ciudad alucinantes.