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Baiona

Este precioso pueblo está ubicado en una tranquila bahía entre Monte Real y Monteferro. Su buena condición como puerto natural motivó que fuera una población mucho más importante que Vigo hasta el s. XVIII, con una notable libertad de comercio gracias a concesiones reales y a su condición de pueblo de realengo, tal y como reza su nombre completo: Baiona la Real. Ese prestigio pasado explica por qué éste fue el punto al que Martín Alonso Pinzón arribó en primer lugar tras la vuelta del descubrimiento de América.

De esta gloriosa época quedan las trazas urbanas de su casco histórico, algunos pazos y viviendas marineras aso portaladas de mucho valor estético, así como varias iglesias y la fortaleza de Monterreal. Las épocas medieval y moderna supusieron una vida muy agitada para esta villa, a menudo asediada por diferentes pueblos que querían expoliar sus riquezas, pero después, poco a poco, fue dedicándose mayoritariamente a labores pesqueras y marisqueras, que le han dejado un profundo sabor marinero.

En la actualidad, y ya desde hace varios decenios, es un importante centro turístico de calidad en el sur de Galicia, con recursos tan atractivos como su magnífica playa, su prestigioso club náutico y puerto deportivo, el bien conservado casco antiguo y el lujoso Parador Nacional de Turismo de Monterreal. La talasoterapia es una opción de esparcimiento para tener en cuenta en Baiona, pues cuenta con un centro de este tipo en el ayuntamiento limítrofe de Oia.

Carabela Pinta

Baiona fue el primer puerto de Europa que recibió la noticia del Descubrimiento de América. El 1 de marzo de 1493, la Carabela Pinta, capitaneada por Martín Alonso Pinzón, atracó en estas aguas. Con la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento se construyó una réplica de la embarcación que permanece amarrada, para los visitantes, en uno de los muelles.

En 1999 se reacondicionó el interior de la nave, dotándola de todos los elementos de la época colombina, tanto de la cultura cristiana como de la indígena cultura taína. De esta manera el visitante puede contemplar la carabela tal y como llegó a Baiona en 1493 y revivir la gesta del descubrimiento contemplando las figuras que representan a la tripulación y a los indígenas americanos, además de reproducciones de los metales, plantas, alimentos y animales exóticos hallados en el nuevo mundo. Contiene paneles interpretativos y juegos interactivos.

Fortaleza de Monterreal

Se encuentra ubicada en la península de Monte Boi, también conocida como de Monterreal. Se conoce desde hace más de 2.000 años como recinto amurallado. Siglos antes del nacimiento de Cristo, habitaron en ella diferentes pueblos, entre ellos, celtas, fenicios y romanos. Ya en nuestra era se vio ocupado por diversos pobladores y sufrió gran cantidad de ataques, así como de modificaciones. Antiguamente, se asentó aquí la villa de Baiona, por privilegio otorgado por los Reyes Católicos para defenderse de las incursiones corsarias.

La península ocupa una extensión de 18 hectáreas rodeadas de 3 km. de murallas almenadas de entre los siglos XI y XVII.

Después, el recinto se convirtió en residencia de los diferentes gobernadores militares de la fortaleza, entre ellos el conde de Gondomar. Posteriormente pasó a manos privadas hasta que, en 1963, lo adquirió el Ministerio de Información y Turismo para instalar en su interior el Parador de Turismo "Conde de Gondomar".

Actualmente, la muralla mantiene las tres torres desde las que se vigilaba la fortaleza. A la entrada está la Torre del Reloj (que escondía una campana que servía para dar la alarma en caso de ataque enemigo); al este se yergue la Torre de la Tenaza, cuyo cometido era defender el puerto mediante unas baterías de tiro y, en la parte más oriental de la fortaleza, sobre la bahía, está la Torre del Príncipe, quizá la más antigua, que actuaba como faro para los navíos. Ésta última tiene tres escudos (de los Austrias, de los Sotomaior y el de la villa) y debe su nombre a que en ella estuvo preso el príncipe portugués Afonso Enriques en el 1137.

Virgen de la Roca

En el monte Sansón, a más de 100 metros sobre el nivel del mar se erige una estatua de 15 metros de altura tallada en piedra con la cara y manos en mármol blanco. El interior del monumento está hueco y se puede subir hasta el barco que la Virgen porta en su mano derecha para contemplar unas magníficas vistas de Baiona y la Ría de Vigo. El monumento de la Virgen se bendijo el 14 de septiembre de 1930 y fue realizada por el arquitecto Antonio Palacios. Las manos y la cara, en mármol blanco, fueron obra del escultor Ángel García Díez.

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