Antes del siglo XII, Marín estaba limitada a un pequeño número de viviendas alineadas a la orilla del mar, siendo las primeras edificaciones construidas a las márgenes del Río Barrizal. Poco a poco se fue edificando un núcleo urbano formado por la Banda del Río, La Veiguiña y La Calzada.

Para esta pequeña aglomeración urbana comenzó a usarse el nombre de Marín y quedó regido por el abad del monasterio de Oseira al que pagaban tributo los marinenses, mediante productos del mar y de la tierra.

En 1112 la Reina Doña Urraca concede al leal caballero Don Diego de Arias el Coto de Marín en agradecimiento por la fidelidad que le había demostrado durante tantos años a su servicio. Diego de Arias contaba con 32 años cuando le entregan el Coto y Villa de Marín, del cual disfrutó durante 39 años alternando a su residencia entre Marín y anchas ausencias en las cruzadas la Tierra Santa.

A los 70 años, su mujer Dona Sabina muere y él cansado de una vida de armas adopta la resolución de retirarse de la guerra y se recluye en el monasterio de Santa María de Oseira (Ourense, fundado por el rey Alfonso VII en 1137). Diego de Arias toma el hábito del Cister y cede al Monasterio de Oseira todos sus bienes y heredades entre las cuales se encontraba el Coto de Marín (Esto ocurrió a principios de 1151).

Pero en el año 1155 decide abandonar monasterio y se va a vivir con los "Caballeros Hospitalarios de San Xuan de Jerusalén" en Santiago de Compostela donde cambia el hábito por el de Caballero de esta Orden Militar. A pesar de los consejos de los monjes de que recapacitase y continuase con la su vida monacal, quienes no entendían a su actitud.

Don Diego muere a principios de 1157 y es entonces cuando se entabla un complicado pleito entre Oseira y los Caballeros de San Xoán por las heredades del Caballero y especialmente por el Coto de la Villa de Marín, que finalmente si falla a favor del monasterio, al cual Marín queda ligado en calidad de priorato por un período de siete siglos. Pero no toda la historia de nuestra ciudad gira en torno al priorato. Los tempestuosos años de los siglos XVI, XVII y XVIII, nos dejan una marca de aventuras, heroicidad y luchas.

Los corsarios españoles, al servicio del rey, luchaban valerosamente contra los enemigos que condicionan nuestras tierras y, sobre todo, nuestras riquezas que llegaban de América. Destaca entre los corsarios, D. Xoán Gago de Mendoza, natural de Marín, concretamente de Aguete, donde aún hoy si puede contemplar el palacio en el que vivió a principios del XIX.

En esta zona, se establecieron muchos de sus compañeros de fatigas, y es por eso que a la Punta Chirleu, se le conozca como el "Refugio de Corsarios". A partir del s. XVIII y a causa del declive de la Collada de Pontevedra, el Puerto de Marín comienza un ligero despegue, que ira convirtiendo poco a poco en el más importante de la Ría.

En los últimos años nuestra ciudad presenta un desarrollo que va en paralelo con el crecimiento de este. Los servicios que, se ofrecen en el centro urbano, hacen de Marín una ciudad completa y atractiva para nuestros ciudadanos y visitantes.

Marín

 

La villa de Bueu forma parte de la comarca del Morrazo, situada en la orilla norte de la península y bañada por la Ría de Pontevedra, donde se encuentra la Isla de Ons, que forma parte del Parque Nacional Marítimo Terrestre das Illas Atlánticas y atrae cada año a cientos de visitantes. El municipio cuenta con una maravillosa riqueza natural: playas de aguas cristalinas y arena blanca, panorámicas extraordinarias sobre el Atlántico.

Tenía Andrés Dobarro una canción dedicada a Bueu, en cuya letra jugaba con el nombre de la villa y el típico bou marinero, para ir y venir hasta allí a ritmo pop. Decía algo así… “Si vou a Bueu nun bou, si vou nun bou non vou…”

Fue todo un himno de los setenta cuando, en este municipio del Morrazo, la pesca era consustancial con la economía y las fábricas conserveras vivían su máximo esplendor.

Ni Andrés ni Santiago conocieron este nuevo Bueu que se estira entre Beluso y Cela, pero si acertaron en que la pesca y el turismo siguen siendo el motor de su economía y su mejor postal, que es la del puerto y la de la playa.

Es todo un descubrimiento para quien lo visita por primera vez. Por su sabor marinero y porque su gente nos hace muy grata la estancia.

La villa es coqueta y marinera. Empieza en Beluso, se estira por Bueu y termina en Cela. Por algo dicen que fue uno de los más importantes puertos de Galicia y que ahora es uno de los primeros en pescados de bajura. La calidad debe de ser indiscutible porque a su lonja vienen a comprar incluso desde Vigo.

Bueu sigue contando con un puerto muy dinámico y con una lonja que realiza las subastas del pulpo y el pescado variado por la tarde a partir de las 17:00h. La Plaza de Abastos, de mucha fama en la comarca, abre por la tarde para vender el pescado de la subasta. La calidad y frescura de la materia prima es tal, que este mercado recibe a diario visitas de los municipios vecinos. En cuanto a ciudades más grandes, siempre fue una localidad muy bien conectada con Marín y con la capital de la provincia, Pontevedra, de la que distan tan sólo 20 km.