Boiro
Desperdigados por este afortunado solar "arousán" se encuentran los núcleos que conforman el actual Boiro; ayuntamiento en constante progresión económica, demográfica y cultural, que cuenta con una población próxima a los 18.500 habitantes.
Destacan en este conjunto municipal los burgos marinero de Escarabote y Cabo da Cruz, y sobre todo la villa de Boiro, la capital, núcleo que en las últimas décadas experimentó un importante crecimiento a todos los niveles, convirtiéndose en una de las villas más pujantes y modernas de la comarca barbanzana.
La actividad básica de este ayuntamiento gira en torno al mar, siendo el cultivo del mejillón el que da lugar a una activa y en continua progresión industria derivada (fábricas de conservas, depuradoras de mariscos, pequeños astilleros, ...)
Hasta la creación de las bateas, el mejillón se recogía en su hábitat natural: las piedras. Hay constancia de que ya en el siglo VII a.C., los celtas los recolectaban aprovechando las mareas bajas para alimentarse. ¡Hasta llegaron mejillones a la corte de los Austrias en el siglo XVIII! Se enviaban barriles con ostras y mejillones en escabeche para que pudieran disfrutarlos durante la cuaresma.
A pesar de las experiencias previas, como el cultivo en viveros de ostras y en estacas, el boom no llegará hasta el cultivo del mejillón suspendido. Fue en 1945 cuando llegó la primera batea a la ría de Arousa. Contaba con un único flotador que soportaba el peso de las maderas y unos pocos metros de cuerda de esparto crudo. Los buenos resultados hicieron que las bateas se extendieran a lo largo de la costa gallega: Así se reparten las bateas en las rías gallegas. Actualmente los polígonos de bateas se encuentran en 5 rías de la costa gallega con un total de 3.337 bateas: la mayor concentración de bateas las encontramos en la ría de Arousa con 2.292, seguido de Vigo con 478 bateas, Pontevedra con 346, Muros-Noia con 118 y Areas-Betanzos con 103.
Según la Organización de Productores de Mexillón de Galicia, la producción de mejillón en Galicia representa un 94% de España y un 50% de la producción mundial. ¡Casi nada!
La BATEA
La batea es un vivero flotante constituido por un entramado de madera de eucalipto, de forma más o menos rectangular, sobre el que se atan las cuerdas de mejillón. La batea se mantiene suspendida mediante un sistema de flotadores.
Cada batea mide 500 metros cuadrados y de ellas podían llegar a colgar hasta unas 500 cuerdas, todas ellas cargadas de mejillones, en el mejor de los casos se podían recolectar hasta 500 kilos de mejillones por cuerda.
Sobre las cuerdas de 12 metros de longitud se van colocando las crías, mediante unas barras que cruzan perpendicularmente las cuerdas para que estas crías se puedan ir apoyando y que no todo el peso vaya hacia abajo, más tarda al pasar unos meses se cambian de posición y se vuelve a poner una red biodegradable sobre los bivalvos para que estos no se desprendan y así hasta que llegan a una edad adulta y son recolectados con los barcos, todo el proceso es artesanal, pero esta automatizado por los barcos.
Rianxo
En la desembocadura del Ulla, en la ría de Arousa, se encuentra Rianxo, un pueblo pesquero cuyo nombre quedará para siempre asociado a la Virgen de Guadalupe y a su famosa canción “La Rianxeira”. Aquí nació el músico que la compuso, Ángel Romero, y también tres escritores coetáneos que ocupan un lugar destacado en la historia de las letras gallegas –Alfonso Castelao (1886-1950), Manoel Antonio (1900-1930) y Rafael Dieste (1889-1981)–.
El pueblo los honra por igual, con bustos, placas, nombres de plazas, de edificios, de paseos… Hasta hay establecimientos (cafés, panaderías…) que llevan el nombre de alguno de sus ilustres. Por tanto, un lugar especial en el pueblo solo podía estar relacionado con ellos, y es la rúa de Abaixo, donde se ubican las casas familiares de los tres intelectuales galleguistas.
Todo el casco antiguo, que transitaron sus vecinos literatos e inspiró en parte sus obras, está lleno de cafés, bares, taperías, pulperías…, el nombre de Rianxo procede de ¨rivus angulus¨ (rio ancho). Ahora bien, eso es historia escrita y como tal tenemos que conocerla, estudiarla y respetarla. Pero contrastando un período más actual y recurriendo a ese dicho popular; ¨sí por tradición te viene el nombre¨, no podremos entender el de Rianxo sin mar, pesca artesanal, escritores históricos y por ser un pueblo fiestero por siempre jamás.
Todas estas características definen correctamente al actual Rianxo. Ellas juntas caminan de la mano por el mundo, describiendo y haciendo visible esa pica folclórico cultural clavada hace siglos atrás en este punto interno de la Ría de Arousa.
Como toda localidad marinera, cuenta con un bello paseo conocido por tres nombres: Paseo del Muelle, da Ribeira o de Manoel Antonio. Ahí se reúne todo el plantel de grandes de las letras gallegas que ha dado el pueblo: bustos en bronce de Castelao y Manoel Antonio, una escultura en cerámica de Rafael Dieste, un altorrelieve de Xosé María Brea Segade –otro escritor de la villa– (1904-1934), y hasta una estatua en granito de la propia Rosalía de Castro –hija adoptiva de Rianxo–.
Y como las letras no están reñidas con el trabajo y el pueblo debe su ser a la pesca y a la industria transformadora de sus productos, junto a todos ellos se levanta también una escultura en bronce que representa una pescantina, la figura que inspiró la mismísima rianxeira de la popular canción.
Las letras y el mar van de la mano, sí, en este rincón de la ría de Arousa en el que se desarrolla una de las iniciativas pioneras de turismo literario en Galicia.