Al estilo Vikingo

Los antiguos guerreros nórdicos son conocidos como grandes bebedores. Su cultura está llena de referencias al respecto, pues era parte de su día a día.

Los países del norte de Europa bebían en vasos elaborados con cuernos tallados. Incluso, se dice que Thor, hijo de Odín, poseía uno en el que estaban contenidos los mares y bebía de estos.

Una de las historias más destacas de Thor es el robo de su martillo y la consiguiente muerte de los gigantes. Una mañana cuando despertó vio que su martillo no aparecía. En ese momento pensó que había sido Loki. Éste le aseguró que los gigantes sabrían quién había sido el ladrón, por lo que se puso el traje de plumas de Freyja y voló hacia el reino de los gigantes.

Allí descubrió que quien se lo había robado había sido Thrym, el propio rey. A cambio de devolverle el martillo le exigió la mano de la diosa Freya. Thor aceptó el trato y junto con Loki prepararon un engaño.

El gigante le retó a vaciar de tres tragos un enorme cuerno, que en realidad contenía el agua de todos los mares. Para sorpresa de Thor, sus largos tragos apenas hicieron bajar el nivel del líquido en el interior del cuerno.