Ninguna persona inteligente admite, desde hace al menos un siglo, que en la Catedral compostelana se conservan los huesos del apóstol Santiago y sus dos discípulos. Quedó muy bien demostrado por Louis Duchesne (1843—1922), catedrático en varios centros docentes, doctor honoris causa de varias universidades europeas.

Duchesne desmontó la leyenda sobre los huesos ricamente conservados en la catedral compostelana. Es increíble que los cristianos españoles hubieran olvidado durante siete siglos los huesos del apóstol, cuando los monasterios y las iglesias rivalizaban en presumir de poseer las más absurdas reliquias de santos de menor relevancia.