¿Que era el Priscilianismo?
Esta expresión se define a la doctrina, creencia, herejía o tendencia de un obispo religioso galaico. Prisciliano que en el siglo IV profesaba alguno de los principios de los gnósticos y los maquineos; este movimiento fue rechazado por los detractores y fue condenado a muerte.
Tras la ejecución de Prisciliano el movimiento herético se mantuvo en vigor durante al menos dos siglos más, como lo demuestran los sucesivos concilios convocados para tratar el tema.
Además de instar a la Iglesia a abandonar la opulencia y las riquezas para volver a unirse con los pobres, el priscilianismo como hecho destacado en el terreno social condenaba la institución de la esclavitud y concedía una gran libertad e importancia a la mujer, abriendo las puertas de los templos a las féminas como participantes activas. Así la primera de la que se conservan textos escritos en latín es Egeria, monja galaica priscilianista que vivió en torno al 381.
El priscilianismo recomendó la abstinencia de alcohol y el celibato, como un capítulo más del ascetismo, pero no prohibió el matrimonio de monjes ni clérigos, utilizó el baile como parte de la liturgia y se negó a condenar algunos apócrifos y seudoepigráficos prohibidos como el Libro de Henoc, que interpretaba en forma alegórica.
Los adversarios han adjudicado a Prisciliano todo tipo de opiniones heréticas. Aseguran, que negaba el dogma de la Trinidad y defendía una concepción unicitaria, (Padre, Hijo y Espíritu Santo son la misma persona. Dicen que afirmaba que los ángeles y las almas humanas eran en esencia, de la misma sustancia que Dios. Afirman, además, falsamente, que negaba la encarnación del Verbo, atribuyendo a Jesús un cuerpo solo aparente, pero Prisciliano jamás defendió tal doctrina.
Prisciliano fundó una escuela ascética, rigorista, de talante libertario, precursora del movimiento monacal, inspirada en la tradición gnóstica, y opuesta a la creciente opulencia de la jerarquía eclesiástica imperante en el siglo IV. Los aspectos más polémicos, en cuestiones formales, son el nombramiento de maestros o doctores laicos, la presencia de mujeres en las reuniones de lectura y su marcado carácter ascético. Intentó la reforma del clero a través del celibato y la pobreza voluntaria, y posteriormente amplió la reforma a todos los fieles. Su carácter maniqueo (dualismo alma-cuerpo, la primera divina, el segundo mortal y, por lo tanto, corrupto) lleva al establecimiento de un ascetismo difícil de practicar, sentando así las bases (de manera parecida a la herejía Donatista) del camino de perfección cátaro: una moral más laxa para los fieles y otra más estricta para los “perfectos”.
Abogó por la interpretación personal de los textos evangélicos, planteando el principio del libre examen. Exigió que la iglesia volviera a unirse a los pobres. Enfatizó el estudio de los símbolos y la superación del literal ismo en la interpretación de la Biblia. No es fácil separar las aserciones genuinas de Prisciliano de las atribuidas a él por sus enemigos, ni de las que posteriormente hicieron grupos que fueron etiquetados como "priscilianistas". El hecho es que, para lograr su condena, fue acusado de usar magia (delito castigado por la ley romana), de reuniones nocturnas con mujeres, gnosticismo y maniqueísmo, y posteriormente de negar que las tres personas de Dios son distintas y con ello negar el misterio de la Trinidad. Su pensamiento real o supuesto es llamado priscilianismo.
Sus reuniones, frecuentemente nocturnas, en bosques, cuevas o en “villas” alejadas de las ciudades, y con el baile como una parte importante de la liturgia, incluían tanto a hombres como a mujeres. Sustituyó la consagración oficial con pan y vino por leche y uvas; acogió a las mujeres y los esclavos en las sesiones de lectura de textos evangélicos (incluyendo apócrifos) e incorporó el concepto del emanatismo: el alma “surge” de una especie de almacén y debe descender hasta el mundo terrenal, donde es inevitablemente corrompida por el maligno. Este origen divino del alma, junto con la concepción sabeliana del dogma de la trinidad son los principales motivos de controversia teológica con los sectores más ortodoxos de la Iglesia.