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Santiago Matamoros

La anécdota está en la Biblia (Lucas 9, 51-56); cuando Jesús quiso entrar en una aldea de los samaritanos, fue rechazado por los pobladores. Consternados por el mal recibimiento, dos de sus discípulos, los hermanos Santiago el Mayor y Juan, le propusieron: “Señor, ¿hacemos caer fuego del cielo para que los devore?”.
Es a partir de este episodio que Santiago y Juan fueron bautizados como los “hijos del trueno” y es probable que allí comenzara la fama del primero como espíritu belicoso, un guerrero que algunos siglos después se convertirían en el símbolo de la lucha cristiana contra los musulmanes: Santiago Apóstol se reencarnaría en Santiago Matamoros, el terror a caballo del islam y una de las representaciones católicas más poderosas hasta la actualidad.
Espada en ristre y segando la cabeza de 70.000 infieles… así se apareció el patrón de España, según la leyenda, en la batalla de Clavijo. Una escena que ayudó a dar forma a la identidad nacional durante siglos.
"La batalla de Clavijo del año 844 no existió. Fue una mentira perfectamente armada, para organizar uno de los negocios más lucrativos que ha registrado esta España nuestra. El guion de esa batalla se escribió tres siglos después de que supuestamente se hubiera producido, y se hizo para dar un contexto a otro invento: el mito de Santiago Matamoros"
Se cuenta que las tropas cristianas iban perdiendo soldados a manos de los musulmanes, pero la aparición de la nada del caballero Santiago Matamoros hizo que la batalla diera la vuelta. El rey contó con la inestimable ayuda de este caballero y para agradecérselo prometió que todos los súbditos cristianos entregarían parte de su cosecha y parte de su vendimia a Santiago.
"Un impuesto por toda la cara que se inventó la Iglesia, dijo que eso había que pagarlo y se empezó a pagar. Sin más discusión. Esa batalla se había ganado gracias a Santiago Matamoros y punto pelota, y a partir de ahí, "Santiago y cierra España"

La tradición del Matamoros se remonta al reinado de Ramiro 1º (muerto en 850) que sucedió en el trono de Asturias y León a su tío Alfonso el Casto (muerto en 842). Al fallecer su tío, los moros reclamaron el tributo de las cien doncellas (cincuenta hidalgas y cincuenta plebeyas) que tenían impuesto a los cristianos. Ramiro 1º que estaba en Bardulia (antiguo nombre de Castilla la Vieja) no quiso entregarles las cien doncellas y se encontró frente a frente con la morisma en Clavijo donde en la víspera de la batalla, según la tradición, se le aparece en sueños el Apóstol Santiago. Santiago le comunica que ha sido designado por Dios como Patrón de las Españas. Santiago anima a Ramiro al combate y le pide que lo invoque. Los cristianos dan batalla al grito de "¡Dios ayuda a Santiago!", y los moros son vencidos. Aquella jornada de las armas cristianas será la fundación de la Orden de Santiago.
“Los confines entre lo real y lo imaginario se desvanecen, cuando lo imaginado se incorpora al proceso mismo de la existencia colectiva, pues ya dijo Shakespeare que estamos hechos de la materia misma de nuestros sueños. Cuando lo imaginado en uno de estos sueños es aceptado como verdad por millones de gentes, entonces el sueño se hace vida, y la vida, sueño». En la centuria siguiente, Santi Yagüe (Santiago) será entronizado anti-Mahoma y su santuario compostelano se convertirá en la anti-Caaba. Dicha mutación confiere a la leyenda su carácter definitivo. Compostela pasa a ser el punto de convergencia de la cristiandad militante en oposición a La Meca, y la popular romería del Camino de Santiago, la réplica franca y galaico-leonesa al haÿÿ; (la santa peregrinación musulmana). 

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Santiago Matamoros
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